La taberna gourmet Barrigaverde, con el chef Juan Pablo Ortiz en los mangos de toda sartén, dedica estos días espacio al arte del collage de la mano de la ciezana Miriam Martínez Abellán, que da una vuelta de tuerca a su trayectoria ascendente con lo que ella denomina “gastrocollages”. Una combinación <<divertida, con un punto picante y sin perder el mensaje reivindicativo>
>, asegura.
El reciclaje está presente en esta propuesta como punto de anclaje a un mundo que necesita de mensajes de fuerza ante el agotamiento de sus recursos. Latas, platos y trozos de mantel fuera de uso que Martínez Abellán reutiliza ahora a modo de assemblages para invitar al espectador a viajar por la iconografía de la publicidad pop de los años 50 y 60. Los entendidos verán en este trabajo ciertas reminiscencias de Richard Hamilton, asiente la polifacética artista, pianista de formación y profesora de Música en Secundaria, que en esta reinterpretación del marketing de la época utiliza la ironía para sazonar su trabajo, como el chef de Barrigaverde hace con el pimentón o la sal.
La exposición es también un intento de <<. ¿Lo consigue Miriam Martínez Abellán? No cabe duda de que sí. “Mucha gata”, “¡A freír espárragos!”, “¡Qué lata!”, “Gretel y Hansel” o “Ménage à trois” son algunos de los títulos de estos “gastrocollages” donde vemos << a una mujer liberada, en actitud activa y que no tiene la obligación, para ser aceptada, de esperar perfecta al marido con el puchero en la mesa cada día>>, celebra la artista.
Sugerentes “pin-up” atrapadas en frutas y verduras típicas de esta tierra de huerta o niños que anuncian helados de chocolate en una <>, afirma Martínez Abellán, que dinamizó las redes sociales durante la pandemia con sus obras de estética retro que inspiraron grandes deseos y transmitían unas ganas terribles de vivir. La nueva colección es, por tanto,<> de sus primeros assemblages más recargados y metafóricos. <>.
Miriam Martínez Abellán está llena de nuevos proyectos para este otoño, tanto en espacios expositivos destacados de la Región, como el Museo de la Ciudad de Murcia -en una muestra conjunta, muy virginal, con Ana Martínez y Carmen Cantabella- o el Siyâsa de Cieza, entre otros.
Barrigaverde, restaurante de cocina abierta donde se realiza cocina de autor en formato de tapa y para compartir, muy cerca del Mercado de Verónicas, da un paso más allá para completar la experiencia gastronómica con esta apuesta que en lo aparentemente sofisticado y desenfadado tiene mucha reflexión.
Manuel Madrid
Publicado en el diario La verdad de Murcia el 17.09.21
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